Brote de Rinoneumonitis: algo no ha funcionado
Brote de Rinoneumonitis. Texto: Revista Ecuestre Autor: Luis Poncela
Cuando leí los datos publicados en Ecuestre estos días (ver AQUÍ) sobre informaciones del pasado mes de enero en torno a los brotes de Rinoneumonitis, pensé que algo no había funcionado en el mundo de la hípica. Cuando leí unas declaraciones de toda una autoridad en el mundo ecuestre, como es Paul Schockemöhle, confirmé mis sospechas.
El mítico jinete y macro-criador alemán, un referente del deporte y de la cría mundial, concedió una entrevista a la cadena alemana NDR (ver AQUÍ), fechada el pasado día 6 de marzo, cuyo titular era el siguiente: “Imperdonable, las autoridades han ignorado el herpes”. Directo y concluyente.
De la entrevista he extraído varios párrafos que dejan bien claro lo que opina Paul Schockomöhle sobre el asunto:
«He estado abogando por el tema durante 15 años, pero las autoridades han ignorado el herpes y se han dormido durante décadas. Eso es imperdonable»
Comentaba Paul, quien también hacía referencia a su propia experiencia:
«Durante 30 años hemos estado vacunando a todos nuestros sementales, a los caballos de deporte y a los potros que criamos. No se consigue una protección al 100%, pero por lo general surte efecto»
En el artículo de Ecuestre al que hago referencia al principio se muestran dos ejemplos de la reacción inmediata que tuvo el mundo del hipódromo. Se podrían añadir más datos, como por ejemplo, el protocolo seguido por la Federación Española de Trote. Sin embargo, alternativamente, aunque la información estaba disponible para todos:
- ¿Qué se hizo desde el ámbito competencial de las federaciones hípicas?
- Se sabía que iban a producirse masivos movimientos y concentraciones de caballos en España durante los meses de febrero y de marzo
Me parece que es una pregunta pertinente, porque quizá de esa forma se habrían podido prever mayores medidas de control de los síntomas:
- Prever espacios de aislamiento, tanto en las competiciones como en los hospitales
- Y con ello mitigar los efectos de un eventual brote como el que al final se produjo. Ya sé que muchos dirán que a toro pasado todos somos Manolete, pero otros han demostrado que se podría haber toreado de una forma más efectiva.
Vuelvo a remitirme a las palabras de Paul Schockemöhle para resaltar una de sus frases, que creo que define la raíz del problema:
“Las autoridades se han dormido durante décadas”.
Porque el problema no comienza el día 20 de febrero y no comienza en España, como parece querer enmarcar el relato que se está construyendo desde la FEI. El problema es más de fondo y se resume en la existencia de una industria en torno al caballo que se sigue sustentando en unas estructuras construidas para el deporte hípico que ya estaban obsoletas en el siglo pasado. Y tuvo que llegar un desastre sanitario para volver a recordárnoslo.
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